La entrada de esta semana no es nada dulce, para variar un poco de vez en cuando y así la gente que no es entusiasta del dulce también puede hacer cosas.
Esta vez hice hojaldritos salados. Sí, aquellos trocitos de hojaldre pequeños rellenos de mil y un sabores que caben en la boca de una vez y que si tienes el plato delante son un vicio.
Su elaboración no es muy complicada, sólo necesitáis
hojaldre (yo utilizo las láminas cuadradas que venden congeladas) y el relleno
que más os guste.
Yo para el rellenó utilicé 4 diferentes, ya que tenía 4 láminas de hojaldre. Mis rellenos fueron: bacon con queso rallado, paté, atún y sobrasada.