Buenos días,
¿Os acordáis de los pastelitos que comíais cuando eráis
pequeños? Me refiero a aquellos pastelitos envueltos en papeles de colores que
no nos dejaban comer todos los días… Pues en casa somos muy fans de uno de esos
pastelitos: los “Bony”.
Así que la semana pasada me decidí a probar de hacerlos en
casa a ver si conseguía algo parecido.
La receta del pastelito no parece muy complicada: se trata
de dos partes de bizcocho rellenas con nata, con una capa de mermelada de fresa
en la parte de arriba y cubierto de chocolate.
Hice una plancha de bizcocho como para hacer un brazo de
gitano y la dejé enfriar completamente, después corté rectángulos no muy
grandes. Como no me fiaba mucho de poner la mermelada encima y después el
chocolate, puse la nata y la mermelada de fresas en el interior del bizcocho.
Después simplemente tuve que juntar una mitad con nata con
una mitad con mermelada. Preparé la cobertura de chocolate utilizando chocolate
negro, leche y nata líquida, lo fundí en el microondas y lo dejé templar un
poco pero sin que estuviese demasiado espeso.
Para la cobertura simplemente se necesita paciencia e ir
calentando el chocolate cuando éste se enfría demasiado y cuesta de extender
encima de los pastelitos. Una vez todos cubiertos a la nevera para que se
enfriase y listos.
Como podéis ver en las fotos la cobertura no quedó perfecta
ni mucho menos, eso tendremos que mejorarlo el día que volvamos a hacerlos,
pero de sabor quedaron perfectos. El bizcocho era muy esponjoso y la verdad es
que se parecían bastante a los que comíamos de pequeños.
Espero que os haya gustado esta entrada un poco nostálgica,
pero de vez en cuando va bien recuperar esos sabores que nos hacen ser niños
otra vez…
Feliz semana a todos.
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