Esta semana seguimos con los ingredientes otoñales, aunque
este tiene una temporada un poco más larga pero ha empezado ahora: las
mandarinas.
Me encanta su olor y su sabor, así que decidí hacer un
bizcocho de mandarina a ver qué tal quedaba y el resultado fue genial.La receta es muy fácil, no tiene ninguna complicación. Lo que hice fue coger la receta del bizcocho de toda la vida (vamos, el que hacía mi madre en casa) y cambiar lo que me pareció necesario para la receta.
Los ingredientes son: 6 huevos, 300g de azúcar moreno+100g de azúcar blanco (lo podéis utilizar todo blanco o todo moreno), 400g de harina, 1 tacita (de café) de aceite, 2(tacitas de café de zumo de mandarina), 1 sobre de levadura química y la ralladura de tres mandarinas.
Cómo podéis ver en la foto mis tazas son de cortado, así que media de azúcar y una de zumo de mandarina. Yo hice el zumo de las 3 mandarinas que después rallé, y acabé de rellenar la taza con un poquito de agua.
Precalentamos el horno a 180º, arriba y abajo con el
ventilador. Y forramos un molde rectangular grande con papel de horno.
Separamos las yemas de las claras, y montamos las últimas a
punto de nieve. Cuando ya casi estén montadas añadimos el azúcar y acabamos de
montar. Añadimos las yemas, sin dejar de batir, y después el aceite, el zumo de
mandarina y la ralladura. Finalmente, añadimos la harina tamizada con la levadura batiendo a velocidad muy baja. Removemos bien con una espátula y lo ponemos en el molde. Le damos unos golpes a la base del molde para romper las burbujas de aire y lo metemos en el horno a media altura, durante unos 30-45 minutos o hasta que al pinchar con un palillo éste salga limpio.
Si veis que se dora demasiado por encima, ponéis el horno
sólo por la parte de abajo hasta que se acabe de cocer. Una vez fuera del horno
le echamos azúcar abundante por encima, yo lo pongo normal, pero si alguien
quiere probar con azúcar glass…
Una vez frío, lo sacamos del molde y le quitamos el papel.
En mi caso lo puse en una bandeja con blonda porque tenía que llevarlo mi
sobrina a una feria para venderlo, pero se puede dejar dentro del molde e ir
cortando.
Os recomiendo que lo hagáis, tiene el punto cítrico del
bizcocho de limón pero con el dulzor de las mandarinas y el aroma que desprende
es buenísimo.
Si queréis guardarlo unos días simplemente lo cortáis en
porciones y lo ponéis en un recipiente hermético, así aguantará bastantes días
aunque dudo que dure más de dos o tres… Es perfectos para el desayuno, la
merienda, o para acompañar un café o un chocolate a la taza.
Un abrazo y feliz semana.
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