Esta semana voy a enseñaros una de esas tartas que sirven
para darnos cuenta de que no siempre todo sale bien.
Se trata de la tarta que hice hace unas semanas para el
cumpleaños de mi madre. En mi mente era una tarta con bizcocho de chocolate y
rellena con Swiss Meringue Buttercream (SMBC) de caramelo salado, sin cubrir y
tenía muy buena pinta. Pero acabó siendo un bizcocho de vainilla con SMBC de
caramelo salado…
El primer problema que tuve fue el bizcocho. Cogí una receta
de un bizcocho húmedo de chocolate que pintaba muy bien. Realicé todos los
pasos para preparar la masa y metí el molde en el horno con papel más alto que
los bordes del molde porqué el bizcocho crece mucho.
Después de dejar pasar el tiempo de horneado y comprobar si
estaba cocido, lo saqué del horno y lo dejé templar en el molde (tal como
indica la receta). Lo desmoldé encima de un trapo limpio de cocina y cuál fue
mi sorpresa cuando vi como mi precioso bizcocho de chocolate se abría por la
mitad y se desmoronaba él solito… Vamos, un bizcocho de chocolate deconstruido
que ni Ferrán Adrià.
El primer impulso fue tirar todo el bizcocho a la basura de
la rabia que me entró en ese momento, pero pasados esos segundos iniciales dejé
enfriar del todo los restos del bizcocho, los envolví en papel film y los puse
en el congelador. Y dentro de unos días haremos cake pops.
Después de la decepción horneé un bizcocho clásico de
vainilla, con la receta de siempre. Esa que no falla nunca.
Mientras se enfriaba el bizcocho intenté hacer por segunda
vez en mi vida (la primera vez fue un fracaso) SMBC. Puse las claras al baño de
vapor y disolví el azúcar, este paso sabía hacerlo porque la otra vez me salió
bien, y una vez disuelto el azúcar puse el bol en la batidora y empecé a batir.
La vez anterior no tenía la batidora que tengo ahora, y con
la de varillas pequeñas no conseguí montar las claras. Esta vez fue facilísimo,
en unos diez minutos el merengue empezó a hacer los picos característicos. Una
vez frío el merengue fui añadiendo la mantequilla a temperatura ambiente,
después de cambiar las varillas por la pala. Y una vez todo mezclado le añadí
el caramelo salado frío que había preparado un par de horas antes.
El resultado final me encantó. Queda una crema suave y
esponjosa, muy buena de sabor y menos empalagosa que la Buttercream.
Finalmente partí el bizcocho en tres partes y las rellené
con la SMBC de caramelo, cuando había rellenado el bizcocho descubrí que me
había quedado un poco corta de crema para ponerla encima. Así que repartí la poca
crema que había quedado y un poco de caramelo salado…
Como podéis ver en las pocas fotos que hice ese día, la
tarta no es perfecta y probablemente no sea muy bonita. No siempre nos pude
salir todo como lo imaginamos antes de hacerlo.
Pero tengo que decir a mi favor que los sabores de la tarta
eran muy buenos y que como era para comerla en casa nadie hizo muchas críticas
a la parte estética de la tarta.
Feliz semana.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada