Estamos a poco más de una semana para Navidad, pero también
hay mucha gente que cumple años en estas fechas. Pues de eso se trata hoy, de
un cumpleaños.
La semana pasada fue el cumpleaños de un familiar, y como
pasa a menudo no sabíamos que regalar. Finalmente, después de pensar un poco,
decidimos regalarle la tarta: un pastel de tres chocolates.
Se trata de una tarta no muy complicada ya que no necesita
horno, pero sí que es un poco laboriosa.
La base son galletas trituradas mezcladas con mantequilla,
habitualmente utilizo galletas maría pero esta vez utilicé galletas Speculoos
(típicas galletas belgas con especias) y la verdad es que el resultado fue muy
bueno.
Encima de la base de galletas van diferentes capas de chocolate hechas con leche, nata líquida, azúcar, cuajada y chocolate. Cada capa es de un chocolate diferente: negro, con leche y blanco.
Una vez puestas todas las capas simplemente hay que esperar
a que se enfríe. Yo siempre lo hago el día anterior a su consumo, ya que así está
bien cuajado y es más fácil de cortar.
Hice también una pequeña decoración en chocolate para que
quedase más bonito, puse felicidades encima y también hice unos corazones.
Los corazones los hice encima de una hoja de plástico y los
enfrié en la nevera, cómo veis hice dos modelos diferentes pero en la tarta
sólo puse uno. Resulta que los otros se rompieron al despegarlos del plástico…
No hay fotos de la tarda desmoldada y del corte porque como
era un regalo no me atreví a desmoldarla antes de transportarla, para que
llegase en perfecto estado. Pero me comentaron que había quedado muy rica.
Feliz semana y un abrazo.
Participo
en el Carrusel de Blogs de Las Cosas Ricas de Gaby
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