Ya estamos en otoño y se empieza a notar, por lo menos por
aquí donde yo vivo. Esta semana os traigo un postre de los que se pueden comer
todos los días, porque son sanos y están muy buenos: yogur.
A mí me encanta el yogur, da igual natural que de sabores.
Podría deciros que casi todos los días tomo uno como mínimo. Así que llevaba un
tiempo queriendo hacer yogur en casa, pero no tengo yogurtera y no me apetecía
tener el horno encendido un montón de horas para que quedasen bien…Llevo muchos días viendo por la tele un anuncio de una compañía telefónica en el que una chica cocina en el lavavajillas aprovechando el ciclo de lavado, así que me puse a investigar si se podían hacer yogures aprovechando el lavado de los platos… Después de leer varias cosas tenía los dos puntos clave: no superar los 60ºC (a más temperatura las bacterias del yogur mueren) y dejar el lavavajillas cerrado unas 6 horas desde el momento que termina el lavado.
Como parece que me gusta complicarme la existencia, en lugar de preparar yogur natural (que hubiese sido lo más lógico para probar por primera vez la receta) me puse a hacer yogures de plátano. Para hacerlos necesitáis: 120g de plátano maduro, 1l de leche (yo la usé semidesnatada), 100ml de nata para montar, 4-5 cucharadas soperas de azúcar, un yogur natural sin azúcar.
Ponemos en un cazo el plátano troceado y el azúcar hasta que
éste se funda, añadimos la leche y apartamos del fuego. Removemos para que el
azúcar se disuelva en la leche y añadimos la nata, trituramos con la batidora
para que no queden muchos grumos. Cuando la mezcla haya bajado la temperatura
hasta que podamos tocar con el dedo sin quemarnos, echamos el yogur y volvemos
a batir.
Lo ponemos en botes herméticos, los míos eran botes pequeños
con tapón de rosca. Es necesario que sean herméticos, recordad que los vamos a
meter en el lavavajillas así que tienen que proteger a los yogures del agua.
Ponemos todos los botes en la cesta donde ponemos los vasos
del lavavajillas. Ni se os ocurra encender el lavavajillas sólo para hacer los
yogures, llenadlo bien y haced un lavado habitual y aprovecháis éste para
prepararlos. En mi caso los botes sólo ocuparon la mitad de la cesta de arriba,
así que aún pude llenarlo con un montón de cosas y lavar.
Una vez todo colocado, ponemos el jabón para lavar y
cerramos la máquina. Mirad bien las temperaturas de los programas de lavado de
vuestro electrodoméstico, yo pude utilizar mi lavado habitual: 60ªC y 60
minutos de lavado. Una vez haya terminado de lavar debemos dejarlo cerrado
durante unas 6 horas más o menos, y luego poner los yogures en la nevera unas
3-4 horas como mínimo.
Como podéis ver en las fotos mis botes no son muy grandes,
creo que son de unos 140ml, lo que viene a ser un poco más que un yogur de los
que podemos comprar en el súper, así que de momento el tamaño es perfecto.
No sé si es normal o no, ya os iré contando cuando vuelva a
hacer, pero estos yogures quedaron con bastante líquido (la agüilla que
normalmente vemos en la parte superior de los yogures comerciales) pero se
puede quitar todo fácilmente.
La parte superior quedó un poco más oscura que el resto del
yogur, debido a que lleva plátano (que cómo sabéis tiene bastante facilidad
para ennegrecerse). Pero a pesar del aspecto de esa parte superior el sabor de
los yogures es realmente bueno, saben muchísimo a fruta y en este caso estoy
cien por cien segura que de todo es natural. Para el próximo intento los haré naturales, probablemente sea que lo tenía que hacer la semana pasada pero bueno… Lo que sí que tengo bastante claro, es que si los yogures naturales quedan bien me parece que los únicos que voy a comprar a partir de ahora son los que necesitaré para preparar más yogures en casa, o sea, un yogur a la semana.
Como habéis visto, con estas cantidades salen bastantes. Hay que consumirlos en unos 7 días, si os pasáis es mejor tirar los que han quedado y hacer de nuevo.
Os animo a probarlo y que me contéis como os ha ido la
experiencia.
Un abrazo.
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